Entradas populares

miércoles, 31 de julio de 2019

No, no ocurrió.

El pasado llegó sin invitación y vestido de pecado. Durante mucho tiempo esperaba que ocurriera: que regresara el diablo para arder en su infierno, escribir en su espalda y regresarlo a mis letras.

Tal vez lo invoqué al no borrar su contacto ni sus fotos. No las veo, solamente que tengo más de tres mil en archivo solamente de WhatsApp y otras mil y tantas en galería de cámara, para ponerme a buscar y eliminar, curiosamente, no tengo alguna con él.

Su traje de tentación, era irresistible. Sus palabras, las que yo quería escuchar. El escenario que pintaba era idílico. Cronos sería el aliado perfecto y la noche eterna.

Pero no. No ocurrió. No hubo mucho que pensar para decir que no.

Mi energía está en otra parte, con otro él, que si bien no sé definir sus sentimientos hacia mi, yo puedo definir los míos. Además, mi piel rechazaría su contacto y mis besos son de alguien más.

Finalmente, me quedé viendo películas con mi papá y mi boca floja, soltó el comentario: "¿te acuerdas que hace meses te contaba que moría por él? Y ahora que se presenta tal y como quería en aquél entonces, simplemente, ya no. Tal vez alguien más hubiera tomado la oportunidad, yo no puedo. No comparto babas, ni fluidos. Además, mi lealtad está con el que aguanta mi tintorragia sin sentido, los desvaríos y dispersión de mi mente, mis malos chistes y uno que otro berrinche."

Si, mi papá tiene que soportar mi boca sucia con todo lo que sale de ella, mis ideas en voz alta. Le cuento prácticamente todo, a veces con detalles, a veces omito algunos.

Así que por alguna razón que desconozco, terminé viendo la final (grabada y no sé porqué) de La Voz Kids, con él mientras Alan dormía.

No sé si "él" valore o no las cosas, la clase de mujer que soy, la oportunidad que tiene, pero yo si. Tengo mi conciencia tranquila, tanto, que ni mi ego se siente satisfecho.

Finalmente, tengo que agradecer la situación. Comprueba que lo que alguien no valora, alguien más se muere por tener. No, no hablo de sunshine. No fue él quién regresó. Fue alguien que me enseñó a vestirme de deseo a través de sus ojos.

Si, sé que le parezco adorable, mi voz le resulta sensual, "nada como el brillo de tus ojos, hermosa", entre otros atributos que me resalta pero no, ya no podrá ser suya eso que tanto le atrae de mi "I want you and your beautiful soul".