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martes, 27 de agosto de 2019

No discrimines

Hace algunos años, solía ser bastante fresa (no lo negaré) y me encantaba vestir, lo que se dice "bien" : ropa y zapatos de marca, con cartera y bolsas a juego (que están bellamente guardados en mi closet), accesorios acorde al vestuario, lentes de sol de distintos modelos, además de los anteojos que uso por "necesidad" y que a la fecha, busco de colores, diseños distintos que combinen con la ropa que uso en general.
Aunque dentro de ese repertorio, siempre he tenido fascinación por la ropa de manta; de hecho mi vestido de novia (si, alguna vez me casé) es - o fue- de manta cruda con bordado y mis zapatos también. Amo las blusas típicas mexicanas y también las hindúes, los deshilados, los rebozos.

Ya no suelo usar tacones, a menos que sea de suma importancia, sino los evito. Tampoco las súper bolsas, porque suelo ponerla en el piso y se maltratan mucho.
Un día decidí ser más yo y teniendo niño inquieto, estar más cómoda.
Eso dio como resultado discriminación en distintas partes. Me han llamado hippie, hipster, fachosa y en algunos lugares suponen o asumen que no traigo o no tengo el dinero suficiente para comprar algo.
No, no me lo invento. En la Arena Ciudad de México, a la hora de hacer un pedido, me dice el chico: ¿oiga, pero si le alcanza? En una joyería, las dependientas murmurando atrás de mi: "ya las que se creen Frida Kahlo las dejan entrar a cualquier parte" y le dice la otra: "se les dice hipster, que no le ves los zapatos" y como esas, varias.
Hoy, no fue la excepción. Desde el momento que entré a buscar una libreta (porque las colecciono y admito ser una adicta a la papelería) el guardia de la tienda no se me despegó, como si fuera una delincuente.
Me rehuso a renunciar a mis hermosas blusas de manta, a las blusas bordadas y a los flats a mi antojo solamente por lucir más convencional.
Creo que es tan habitual verme con los ojos maquillados que nadie lo nota ya, al igual que las uñas.
Tal vez en algún momento rescate lo que era mi "look" diario, tendré que darle una buena sacudida a todo.
Mientras eso ocurre, estrenaré las sandalias de flores negras que me encantaron. 💅🏼💅🏼
De la gustada sección "cosas que a nadie le importan" pero que necesitaba desahogarme.

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