Aquí me tienes desnudándome como siempre, pensando en ti de una
forma tan intensa que todos mis sentidos están disparados. Emociones, deseos,
sensaciones e ideas, llevan horas dando vueltas en mi cabeza y en mi ser.
El humo del cigarro no hace más que formar la silueta de tu cuerpo y en el café
se dibuja tu nombre.
¿Quién eres? Ahora ya no importa, invadiste mi cerebro y llenas horas nocturnas
con tu imagen.
¿Cómo describirte si no te tengo? ¿Cómo pensarte si ya te has ido? ¿Cómo
llamarte si tu voz no responde? ¿Cómo seguir amándote, si algo me dice que ya
no me piensas?
Sé que no tiene sentido escribirte esto, sé que tal vez no te importe, y más
absurdo aún es esperar que respondas, solo unas palabras, para saber si me
leíste. Sólo necesitaba liberar mi alma escribiéndote unas líneas y decirte que
te amo, que te pienso y que a veces tengo la sensación de que aún no me
acostumbro a vivir sin ti.
Te puedo pedir que regreses...pero es resignarme a saber que te perdí.
Necesito tus manos tibias y tu cálida mirada, necesito la música de tu voz y la
dulzura de tus palabras...solamente te necesito.
Por si no lo sabías...
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