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miércoles, 18 de octubre de 2017

Pudiste ser...

Gracias por no haberte quedado, por enseñarme que las palabras de conquista funcionan cuando son lindas y parecen genuinas, que es sencillo escribirlas o decirlas para conseguir los fines.

Gracias por que descubrí contigo que soy demasiado ingenua aún y creo en el amor idílico y romántico que hace soñar despierta.

Gracias por mentirme, por ilusionarme, no; por dejar que me ilusionara con la imagen tan pulcra y recta que manejaste conmigo. 

Gracias por mostrar la incapacidad de entender a un ser como yo y por eso, gracias por no enamorarte.

Pudiste ser el más sublime de mis musos, tal vez, el más hermoso hasta ahora, te bordé bellamente para plasmarte y sentarte en el trono del dios principal del Olimpo.

Maticé tus defectos con las cualidades que habías mostrado, te delineé a mano para hacerte un ángel terrenal, tomé tinta, cerré los ojos, inhalé, exhalé, dejé que llegara la inspiración y en un parpadeo; soplaste realidad y salió volando el polvo de hadas de mis pestañas; entonces te vi: un hombre promedio, con tantos miedos y limitaciones, con pretextos disfrazados.

Por eso, gracias por no abrirte conmigo y no mostrar el bello ser que eres y que me dijeron tus manos y tu mirada cuando te dejas fluir.

Deseo que apliques esa frase que dices: "yo vine al mundo a dar amor".

El mundo somos todos, empezando por ti.

Gracias, solamente tenías que dejarte querer. 

No recuerdo


¿Cuál era el encanto que veía en ti? Me encontré contigo donde menos lo esperaba y...dejaste de ser un dios para convertirte en un simple mortal. Ni siquiera tu forma de decir mi nombre revoloteó mariposas y descargó electricidad....



Si, usted.

Si, usted.

El de las manos suaves, el de la sonrisa franca, el de la timidez manifiesta, el de palabras dulces, el de energía ligera que aún siento en ocasiones, el que hizo vibrar todo mi ser, el que me dibujó sonrisas a todas horas, el que derretía a la escarcha, el que hizo volar mi imaginación con un futuro a su lado, el que se quedó a vivir temporalmente en mis letras y mi mundo azul.

Usted.

domingo, 8 de octubre de 2017

Migajas de amor.

¿Cuántas veces has recibido solamente eso: migajas de amor?
Eso que aceptas que es menos de lo que mereces y aceptas por no estar solo, por no soltar o no dejar una relación que no te llena ya. Por el miedo al cambio y a crecer. Y te enredas con gente conflictiva y dependiente porque te hace sentir necesario y lo confundes con amor.
¿Qué pasa cuando te dan amor sin condición ni límite? Huyes, no sabes que hacer con tanto amor que no has recibido antes de igual forma.
El amor es de valientes, consiste en amar y dejarse amar. En el deseo de crecer juntos para que el horizonte se abra como abanico ante tus ojos.
El amor lo sientes y es también una decisión.
Yo, decidí amarte y te elegí de entre varias opciones, regalándote horas infinitas y cielo despejado para volar. Entonces, no volaste; huiste. No supiste que hacer con tanto amor y no supiste valorar ni agradecer los detalles, pudo más tu orgullo y múltiples pretextos.
¡Qué triste que solamente estés dispuesto a recibir migajas de amor!
Eso pienso mientras la pareja sentada enfrente están en distintos puntos. Él, se derrite de amor por ella, le brilla la mirada y la sonrisa. Ella, difícilmente lo mira a los ojos y su tono de voz es frío.
¿Y tú? ¿Qué has recibido hasta ahora? ¿Ese amor que canta José José: me basta con un poco de tu amor, el que tengas escondido, el que nadie haya querido... con eso me quedo yo?
Enamórate... De ti.

martes, 26 de septiembre de 2017

¡Fuerza México!

No puedo evitar emocionarme profundamente cuando veo una muestra de Amor.

Y el sismo de ayer, no solamente movió la tierra y la cimbró, también lo hizo con la conciencia, la generosidad, el altruismo, la necesidad de dar y ayudar que finalmente, se traduce en amor del ser por el ser.

Me conmueve en demasía ver el apoyo incondicional y el espíritu de lucha y entrega de todos los involucrados. De la misma manera en que cuando ocurre el evento, a la mente y al sentir llega la gente a la que amas y es inevitable querer estar en contacto y preguntar, dada la angustia ¿Estás bien? ¿Todo bien? Aunque de igual forma, notas a quién no le interesas.

En breves instantes, notamos cuan frágil es la vida y que faltan perdones por dar, disculpas por ofrecer, palabras por decir, abrazos por dar, amor por compartir. Por eso, a ti te digo hoy, TE AMO.

Mi admiración y reconocimiento a los hermosos seres que están apoyando y tengo el privilegio de decir que amigos míos, están en algún lugar dando apoyo físico, emocional (con terapias), médico y ofreciendo sus hogares. Bendita la luz de todos ustedes y bendiciones multiplicadas de regreso.

Creo que más de uno, hemos llorado al ver las imágenes, videos, escuchar como vivieron el suceso personas cercanas. Sentimos empatia por las pérdidas, oramos, rezamos, donamos. Eso, también es amor.

Somos uno, la tierra lanzó el grito y la respuesta no se hizo esperar. El Himno Nacional da la razón: "un soldado en cada hijo te dio".

" ¡Patria! ¡Patria! tus hijos te juran
exhalar en tus aras su aliento,
si el clarín con su bélico acento
nos convoca a lidiar con valor.
¡para ti las guirnaldas de oliva!
¡un recuerdo para ellos de gloria!
¡un laurel para ti de victoria!
¡un sepulcro para ellos de honor!"


La imagen puede contener: una o varias personas

viernes, 1 de septiembre de 2017

Diente de león



¿Dónde se encuentra un hombre delicioso, exquisito, entregado, loco enamorado?

He delineado e inventado alguien así con mis letras, hecho con recuerdos de amores pasados, pero uno completo; así a plenitud, no.

Tal vez y sólo tal vez, sino lo escribo y lanzo el deseo al viento y soplo, como a un diente de león; se materialice.


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martes, 15 de agosto de 2017

En llamas

Suspiro. 

Del gusto al amor hay una gran diferencia. Te gusto, puedo mover algunas hormonas en ti, pero nada más.

¿Me quieres? No creo. Eso se demuestra con acciones.


Yo, con tantos miedos decido abrirme y mis sentimientos de por medio. Te doy la oportunidad de poner azul en tu mundo y del otro lado de la balanza, la oportunidad de prenderle fuego al mío. No dudaste en encender el cerillo.

viernes, 11 de agosto de 2017

Puedo ser mala.

Porque también puedo ser mala, maldita y odiosa.

Podría decirte un par de verdades, a mi modo poco sutil y sin anestesia y con eso derribar tu imagen de galán, incluso ante mi. Que dicho sea de paso, ya no la tienes. Pudiste haber sido un dios entintado pero no conseguiste llegar al altar; te quedó grande el traje y juraba que te lo había hecho a medida. Lo cierto es que en mi mente, eras más grande y cuando te lo pusiste ¡oh, desilusión! Te faltó tamaño y tamaños para que se ajustara, de los zapatos ni hablar, en mi mente calzabas grande.

Podría enamorarte solamente para cumplir mi capricho de ti y considerarte un antojo cumplido. Sería lindo saborear la sangre de tu corazón roto y usar las arterias como popote.

Hacerte creer que eres lo mejor que me ha pasado y que tus besos son únicos y no comentarte que hay alguien que me besa mejor que tú, en todo ese tiempo que dejas pasar entre una "cita" y otra.

¿Y si fuera contigo de la forma en que eres conmigo, agregando la frialdad que por naturaleza tengo?

Imagíname perdida por ti; escribiendo una frase diaria contigo en mente y para ti, donde te amo como a nadie. Pude hacerlo, ser tu Schereposa, pero se me fueron las ganas.

Me encantaría adentrarme en tu ser y quedarme por tiempo infinito, ponerte una venda para que veas en mi lo que te conviene y lo que siempre has deseado.

Después cuando me harte de fingir para ti, saldrá mi instinto de Caperucita que busca siempre seducir al lobo mientras se humedece los labios al tiempo que se muerde los labios y tal vez me interese otro lobo.

Me encantaría sentarme a contemplar, con una taza de lágrimas tuyas entre las manos, como te rompes de a poco, como si fueras de cristal mientras el arrepentimiento y la culpa por haberme lastimado, por dejarme ir, por no valorar mi amor etéreo, causan estragos en ti.

Si, soy mala. En la que piensas  a cualquier momento, la que te impulsa a salir de tu zona de confort, la que te llena de detalles, la que no te llama por tu nombre, la empática, la "rara" poco común.

Si quieres dime "mala", porque en cualquier momento te vas al baúl de los recuerdos.

miércoles, 9 de agosto de 2017

Nostalgia por ti.

Me desperté pensando en ti, con una sensación de nostalgia que duele, que inquieta y que traigo atorada en la garganta.

En un impulso pretendía escribirte un mensaje de buenos días, a mi estilo muy peculiar contigo. Me detuvo el ¿para qué? ¿Por qué? Porque lo siento, porque me nace, porque hoy te sentí en la mañana y desperté con tu voz en mi oído.

No existes, eres irreal y producto de una fantasía repetida tantas veces que te di vida, muchas veces, más perfecta de lo que cualquiera pudiera imaginar.

Suspiro. Si algo aprendí de ti y contigo,  es a ya no esperar, a no detener mi vida por alguien que no sabe que quiere, ni cuando, ni para que lo quiere.

Así pues, se van las mariposas con tu recuerdo.

lunes, 7 de agosto de 2017

Punto final.

No acostumbro releer-me. Lo que escribo en los momentos de inspiración, no se edita, es sentimiento puro fluyendo.

Una mariposa batió sus alas en algún lado y me hizo buscar en blog las letras escritas para ti.

Fue un suicidio enviarte los enlaces directos para que leyeras lo escrito contigo en mente.

No negaré el inmenso amor que sentí por ti y que tal vez tampoco entendiste. Sin embargo, lo explico en otro texto aún no publicado y que al hacerlo, me siento obligada a enviártelo.

En esa vuelta por mis letras, encontré dos menciones más para ti y de la misma manera que fueron escritas, fueron releídas: con lágrimas en los ojos.

Si aún no posas tu mirada en ese azul, puedo entender tu mutismo. Pero si ya lo hiciste y no solamente una vez, sino varias, para entender por completo todo lo que expresé para ti, duele.

Duele saber que en el fondo eres un cobarde, que no tiene el valor de cuestionar las cosas. Duele notar que de caballero no tienes más que la "c" de "cabrón", con tan poca educación para siquiera agradecer.

"Cobarde" por no dejarte querer, por anteponer tus miedos al sentirte amado y expuesto, por una serie de pretextos insulsos que terminaban en "estoy ocupado", "estoy trabajando", "no tengo tiempo". Eso es una mentira que disfraza la falta de ganas y de interés. Ya le habías robado horas a Cronos, pero no supiste que hacer con tanto amor.

"Cabrón", porque caíste en lo burdo y ordinario de no valorar y no valorarme, dando por hecho que estaría siempre para ti, en lugar de cuidar lo que tenías.

Es probable que tu ego se haya elevado a niveles insospechados al verte a través de mis ojos, poco importa si no tienes los cojones bien puestos para dar la cara, aunque sea, por educación.

Mi punto final será cuando leas las razones por las que te escribiste en mi historia. Después de eso... A ver quién te escribe como yo.


jueves, 3 de agosto de 2017

Costurera.

En un parpadeo entendí de pronto que alguien me dibujó el patrón, alguien más me regaló la tela, tú me regalaste el hilo y yo soy una excelente costurera.

Con un suspiro y un par de lágrimas caídas, descubrí que ya estoy cosiendo mis alas.

Te espero en mi cielo, cielo. 

En caso de que decidas alcanzarme.

lunes, 17 de julio de 2017

Vale la pena

"Vale la pena" Lo he escuchado tantas y tantas veces, como frase hecha, como frase de consuelo si le agregas la palabra "no". "Déjalo, no vale la pena". Se dice tan a la ligera, tan fácil.

Tal vez pienso o siento mucho, pero me he puesto a darle un poco más de sentido a esa frase y aplicarla a mi vida.

No solemos usar realmente la palabra 'pena' como pudor o timidez cuando la usamos en ese contexto, sino como tristeza, aflicción, dolor; enojo en algunas ocasiones.

El mundo en una de sus vueltas, decide cambiar de sentido y en ese descontrol, nos tambalea y entonces; ocurre. Ocurre esa situación que nos ocasiona tristeza, dolor, enojo: pena. Amamos a alguien profundamente (o creemos que así es) y ese alguien no nos ama de igual manera o no cumple con las expectativas que nos formamos (o que, como político en campaña, nos vendió) y llega la desilusión inmensa. Lloramos, seguimos llorando, dejamos que nos invada la tristeza y creemos que no volveremos a sonreír de nuevo, sentimos que la vida se nos va en un suspiro. Hay personas que caen en esa oscura trampa que es la depresión. Duele, a veces, incluso, hasta respirar. Empezamos con el lento calvario de no sentirnos merecedores de las cosas lindas que la vida tiene para ofrecernos. Duele y nos transformamos en agua y cual río, nos dejamos fluir. Duele y nos convertimos en roca y nos detenemos en el camino. 

Abandono, soledad; una mezcla de todo que nos trae recuerdos de la infancia, de la vida familiar, de situaciones vividas a lo largo del camino recorrido. 

Nos enojamos de tal forma que queremos romper todo lo que se cruza en nuestro camino; objetos, personas, vidas. Planeamos secretamente venganza en contra de las personas o situaciones que en nuestro sentir nos lastimaron. Inventamos historias que son dignas de novela de horror, donde de ser las víctimas, nos convertimos en victimarios. 

En cualquiera de los casos, envenenamos el templo sagrado y todo su contenido: el cuerpo, mente y espíritu. 

"No vale la pena", es tan común que usamos la frase para cosas que pueden parecer intrascendentes. Olvidar algo en algún lugar, perder, romper o que lo rompan, algún objeto material,  al cual no se le da mucho valor económico o sentimental o incluso, aunque lo tenga. Buscarlo o regresar a buscarlo,   pegarlo, componerlo o mandar a que lo compongan; pensamos en el gasto y esfuerzo y si creemos que sobrepasa nuestras posibilidades, llegamos a la conclusión de: "no vale la pena" y seguimos adelante sin mirar atrás muchas veces.

Creo entonces, que para utilizar esta frase con seres humanos, tenemos que recapitular lo que escribieron en las líneas de nuestro libro.

Si esa persona que compartió conmigo momentos en mi vida, me hizo crecer como ser humano, me ayudó a desarrollarme, al ver mis alas me regaló cielo, me enseñó y me dejó aprender cosas que no imaginé, colaboró en que mi mente se abriera, me impulsó a buscar nuevos horizontes, me hizo sacar la mejor versión de mi, me inspiró a cambiar hábitos o planes, me inyectó vida, me modificó el concepto de amor por amor no por necesidad, me regaló sonrisas y risas, me aceptó tal cual y en el proceso, aprendí a aceptarle y al mundo en general, compartió mi felicidad y triunfos, salud y enfermedad, derrotas y errores, perdonó y me enseñó a perdonar; vale la pena.

Si por el contrario, permití que en mi vida solamente trajera lágrimas, dolor, tristeza, frustraciones, apatía, depresión, fracasos y todo eso dejó cicatrices en el alma o físicas; no vale la pena. 

Si alguna persona o situación duele; inhala, exhala, aquieta tu mente, tu sentir y recapitula. ¿Realmente amerita tu sufrimiento? ¿Realmente vale la pena?

Si la respuesta es "no": perdona, libera y fluye. Si la respuesta es "si", intenta hasta donde sea posible sin perderte en el intento.

Si, porque para "valer la pena" tiene que valer antes la risa, la sonrisa, la felicidad, el tiempo, la dedicación, la entrega, las lágrimas, el crecimiento, el aprendizaje, la libertad de ser quien eres, el esfuerzo, la alegría, el amor, la vida.






lunes, 10 de julio de 2017

Usted

¿Así que viene usted a decirme que ya no quiere estar conmigo?

Pregunto mientras le doy un sorbo al café, mirándote a los ojos con toda la indiferencia que existe en mi, con una media sonrisa cínica que deja ver de trasfondo un "si supieras". Mala la hora en que prohibieron fumar en lugares públicos, de otro modo tendría el cigarrillo en la mano izquierda y al soltar el humo, verías su nombre dibujado. 

¡Qué guapo te ves con esa seriedad! Eres varonil, tienes porte y percha. Eres atractivo y lo sabes y haces lo posible por resaltarlo.Tienes unos ojos de gato hermosos, unos labios tremendamente sensuales, una nariz fina y delicada, un cabello acariciable, una sonrisa muy adhoc con la personalidad prefabricada que te has creado, delgado, buen cuerpo. Vamos, si fueras un corte de carne, serías premium. Tienes los bienes materiales que cualquier mujer puede desear. Tienes clase y buen gusto. 

Pero eso no basta, al menos para mi. Necesito algo más dentro de ese hermoso contenedor. Tienes cierto nivel de cultura pero para impresionarme, requiero más que eso. Mucho más. Coraje, iniciativa, pasión, entrega, ternura, ente otras cosas. Cualidades que por más que busqué, no tienes. 

Escucho tu verborragia y nada de lo que dices me sorprende, me sorprendería que te hubieras quedado más tiempo conmigo, pero era casi improbable. No estás acostumbrado a altos vuelos y tu alma con miedos no te permite despegar del todo los pies del suelo.

No, no soy tan cruel como para atreverme a decirte que realmente me da igual lo que hagas o pienses, hay alguien que con menos esfuerzo que tú, provoca en mi, incluso, sueños húmedos. Decirte que con él  me siento viva, es crueldad innecesaria . Tampoco mencionaré que sólo con él, soy yo. 

Tu perorata me resulta aburrida.

Me preguntas si quiero decir algo. Te respondo que si, mientras me preparo para marcharme:

A usted, no lo recomiendo ni como aventura.







lunes, 3 de julio de 2017

Caperucita

Querido Lobo Feroz:

Sé que esta vida ha sido muy difícil para ti; te han dado el papel de villano y te has visto forzado a cumplirlo, a causa de esos estúpidos cerditos con afán de protagonismo. 

Ay, amor mío; ¡Si tan sólo te conocieran realmente! ¡Si pudieran ver lo que hay detrás de esa imagen prefabricada por los cuentos! Me resulta molesto que te hagan ver como tonto despiadado, si tienes una inteligencia brutal. Odio realmente cuando los puerquitos se burlan de ti y más al final; ese momento en que disfrutan tu -supuesta- muerte en una caldera. 

Eres noble, como los de tu especie y sabes ser leal, esa es la razón de mi reproche por no matar a Pedro. Hubiera resultado tan sencillo. Sé que por naturaleza no matas humanos, pero Pedro lo merecía; por mentiroso. 

Jamás olvidaré el momento en que te vi por primera vez en el bosque, aunque he de confesarte que ya había escuchado tu aullido y se erizó mi piel esa madrugada. Aunque nada se comparará jamás al aullido con el que me llamas donde quiera que estés o al que brota de tu ser al llegar al clímax. Tus ojos me atraparon desde que los vi, mucho antes que tu voz. 

¿Que si siento celos de Blanca Nieves por que ronda por el bosque? No, nunca. Tampoco de alguna hembra de tu especie que ose merodear por mi bosque. 

¡Tan poco saben de ti! Eres monógamo, solitario y territorial, cariñoso en mis días difíciles. Eres fuego, eres pasión y eso con una hembra es una vez al año, conmigo cada que el deseo nos convoque.

No tienen idea de lo que es amanecer entre tus brazos, vivir una noche de tu sol, estremecerse con tu aliento en el cuello y sentir como encajas lentamente los dientes sin lastimar, saber que me buscas con tu mirada nictálope me hace sentir tan protegida, tan segura, como  escuchar tu gruñido si alguien se me acerca.

Creo que es hora de que descanses un poco, amor. Déjame ser yo quien te busque, quien muera de deseos por cazarte. Sé mi presa y déjate llevar. Otra vez, como la segunda ocasión que nos encontramos. Sabes que soy cazadora por eso puedo andar en tu bosque o en cualquier otro sin miedo a los lobos, a los príncipes, a los centauros. Me ven tan ingenua y cuando ven que abro la boca y descubro la cabeza, deslizando la parte superior de la capa, me tienen miedo. 

Lo sabes bien, lo único que me podría poner a temblar sería un guerrero y es probable que si decide luchar a mi lado, me vaya con él pero esos no se cruzan con frecuencia por mi camino, así que no te preocupes. 

Entrégate esta noche, déjame hacerte mío, gruñe de placer mientras ahogo mis gemidos, aulla. Mañana cambiamos de nuevo los papeles. 

Es probable que no hayas escuchado, yo si. Estoy harta de Pedro y voy a hacer lo que tú no. Regreso en breve.

Tuya siempre.

Caperucita. 




jueves, 15 de junio de 2017

¿Porqué él?

Me enamoré de mi, a través de sus ojos. Es algo que no entenderá porque no hubo tiempo de explicarlo.
Esa mariposa exclusiva que se siente en el estómago, ya no existía o eso creí, pensaba que la sonrisa de enamorada no volvería jamás a mi rostro, que los suspiros solamente formaban parte de mis letras y de algunos recuerdos, que la ilusión que sube al cielo y te deja entre nubes era algo muy lejano, entonces, apareció.
La conversación inicial, fue poco común. No preguntamos nombres, edades y esas preguntas de solicitud de empleo. Desde ahí, llamó mi atención aunque me parecía serio y formal, tan distinto a mi.
Al paso del tiempo, me pareció familiar, como si lo conociera de años, de toda la vida, como si fuera una extensión de alguien a quién había amado. Un día dijo la frase que abrió la caja de Pandora: 'no me gusta el fútbol'. En ese momento, llegó el recuerdo y se movió el piso como si volara en la alfombra mágica de Aladino.
Lo conocía tan bien, como a mis letras. Mis letras adolescentes, donde en un ejercicio pidieron describir a la pareja ideal, lo describieron o escribieron. Admito que me extendí y fue una hoja por los dos lados con ciertos caprichos que harían que fuera compatible conmigo. Lo imaginé tan bien y a ojos cerrados, incluyendo algunos rasgos físicos, vestuario y carácter.
Pedí aversión a la cebolla y poco amante del picante, pero si del cine, la música y la lectura. Inteligente y culto, con plática que me embobara y me dejara pensando, que me sorprendiera con cosas que yo no supiera; que sedujera mi mente. Simpático, rápido de mente (para aguantar las embestidas de la mía), de algún modo; poeta. 1.81 de estatura, ingeniero, cabello oscuro y manos suaves. Que pueda prescindir de los tenis y que le guste usar camisa (si me complace con una en color rosa, me derretiré), que sea atento, caballero, detallista, (yo lo soy), que sepa de que hablo si menciono a Mauricio Babilonia. Que sea musical igual que yo, así podemos comunicarnos a través de letras de canciones. Que tenga carácter y pueda domar a mi demonio cuando sale o simplemente, con su encanto; hacer que nunca salga. Que tenga ese toque de petulancia que me gusta pero que no lo use conmigo. Que sea tierno y dulce, sin pena de demostrarlo. Que sea divertido y que no le guste el fútbol.
Entre algunas cosas, eso decía mi lista a los 17 años. Para ese entonces, ya escribía y pedía que ese hombre maravilloso, fuera mi lector y se enamorara de mi y de mis letras. Además, hice un dibujo, ¿Porqué no? Justo al final de la hoja.
Apareció una mañana, desapareció otra. En el inter de esos días, me vi a través de sus ojos. Volví a ser la que alguien llamado Pablo, a mis veinte años, me decía así en clara referencia a "El amor en los tiempos del cólera", la 'diosa coronada', la musa, la irreverente, la multifacetica, la Schereposa, el girasol.
Me dejó ser yo, auténtica, genuina, con las locas ideas y desvaríos que corren en mi mente y se estampan, con mis palabras cariñosas y apodo ganado a pulso.
Lo vi acercarse a mi y era él: vestido como el muñeco de mi dibujo. Con una sonrisa hermosa, que si la vida tuviera repetición, ese momento lo correría tantas veces como fuera posible.
Si, se desdobló de mis letras. Aunque hubiera sido una hora, se habría escrito en mi historia, porque comprobé que los sueños se hacen realidad. Por segunda ocasión.
Vi tanto de él en mi y tanto de mi en él, que agradezco al cosmos la posibilidad... Porque al mirarme en sus ojos, me enamoré de mi.
Esa es la respuesta, a quién pregunta ¿Porqué él?

lunes, 5 de junio de 2017

Reflexionando

Somos quiénes somos por esencia, pero también, de algún modo, por la suma de experiencias y personas que han pasado por nuestra vida, que dejan huella y algo se modifica para siempre en nosotros.

Ayer por la noche, en cualquier lugar, escucho una voz atrás de mi diciendo, al tiempo que me abrazaba: "te reconocería en cualquier parte, te abracé tantas veces". Al escuchar su voz se vinieron a la mente mil y un recuerdos, aunque no mil y una noches, que pudieron haberse cumplido. Me safé demasiado rápido de ese abrazo.

Fue una plática insulsa, incluso desabrida; como es él en el fondo: hueco, vacío, simple. Y yo fui así durante un par de años. Los que estuve con él.

Lo cierto es que al llegar a casa y empezar a recordar tanta historia, afirmo que hoy soy mucho de lo que aprendí en aquel entonces.

Fui criticada porque vivía en la fiesta y en eventos, siempre con gente y lugares nuevos, desvelada pero responsable: nunca falté a trabajar. Moría lentamente de sueño y cruda de tabaco y alcohol en el trayecto de mi casa a Polanco, pero disfrutaba la vida de modo muy simple y con la única responsabilidad que era llegar a la oficina.

En esos más de dos años y medio, se formó una parte de lo que ahora soy.

Me encantaba el fútbol y soy Puma de corazón, él; ferviente admirador del Cruz Azul. Íbamos a cuanto partido se podía, de la misma forma compartíamos afición por los autos así que la Nascar no se podía evitar y un par de carreras clandestinas. No hubo bar, cantina, antro que no conociera de aquellos días.

A pesar de tanta frivolidad, aprendí mucho. Habrá quien critique mi forma de conducir, pero la verdad es que soy excelente conductora. Me enseñó tantas cosas, incluso a dar vueltas de 180 grados en plena tormenta sin perder el control. A seguirlo o estar en autopista en caravana a más de 120 kilómetros, zigzagueando. Hoy día, no lo haría.

La forma simple y sin complicaciones, de vivir al día, disfrutando sin futurear tanto, ocupar el dinero para cualquier gusto y antojo porque no sabes si mañana estás vivo, no guardar rencores ni emociones innecesarias, decir y actuar sin importar el qué dirán, dejar la cola de caballo y liberar el cabello, para dejar los chinos en su esplendor, reírme porque sí, poderme mantener fría y a distancia si es necesario, bailar en cualquier lugar, perder el miedo al ridículo, decir las cosas de frente y viendo a los ojos arriesgando todo, no tenerle miedo a las palabras y soltarla, amar mis ojos y mi trasero.

Transformé ese vacío en crecimiento y forma de vida. Agregando amor a lo que hago, poniendo intención, agradeciendo al cosmos, mariposeando.

jueves, 1 de junio de 2017

Al caminar.



Escuché un leve tintineo y sentí resbalar la cadena. Ocurrió así nada más, sin tocar, sin jalar; solamente al caminar.
Tal vez sea así como se rompen las cosas en la vida: al caminar.
A veces las relaciones interpersonales terminan así, rompiéndose de a poco. La falta de comunicación, de atención, de bilateralidad, de interés, de tiempo, de amor; en algunos casos, de dinero. En ocasiones se siente como va entrando la distancia y la indiferencia, en otras es de un golpe. De ambas formas, duele.
Somos seres humanos cometiendo humanidades y se nos olvida que el otro ser también siente, damos las cosas por sentadas y creemos que será eterno. No disfrutamos el momento cuando está, cuando ocurre. Amistades, romances en vías de, "frees", familia, noviazgos, matrimonios, conquistas... Todo puede terminar en cualquier momento al caminar.
Dejamos que se nos pase la vida y guardamos silencio y en muchas ocasiones, el silencio es más doloroso que las palabras. Omitimos los 'te quiero', 'te extraño', 'me gustas', 'quiero verte'. Estúpido miedo y orgullo. ¡Tan hermoso que es amar a los demás!
El "ghosting", tan popular ahora. Desaparecer de la vida de alguien, bloquear de WhatsApp o de cualquier red social sin explicación alguna, dejando para la otra persona interrogantes en el aire y causando dolor. Si bien hay gente que no nos importa, pero hay otra que solamente con un 'hola' nos alegra el día.
Creo en las señales y que todo tiene una razón de ser y ocurrir, aunque la respuesta no llegue de inmediato.
Es tiempo, seguramente, de romper cadenas, de volar en otro cielo y de cambiar de camino.
Me invade cierta nostalgia y un par de lágrimas porque sé que no todos los seres permanecerán a mi lado.
He disfrutado tanto hasta ahora; sé que lo haré más. He amado mucho, no siempre correspondida y lo haré mil veces más.
Cambiaré cadena, tal vez, mariposa. Lo cierto, es que empiezo a caminar.
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viernes, 26 de mayo de 2017

¿Es a él a quién le escribes?

Tu nombre, seguido de tu apodo salió en la conversación y después la foto, la última que tengo tuya antes de que te "valiera chucho" (como dices) todo. 

"¿Es él? " fue la pregunta con tono de sorpresa, como si fueras algo no antes visto. Cual Tinkerbell furiosa salí en tu defensa alegando que estabas cansado por la hora y para demostrar mi argumento, muestro una foto tuya conmigo, darling. Já, seguramente eso las haría cambiar de opinión.

No fue así. Solamente el comentario de tu estatura, donde con tacones te llegó al hombro.

"Nada que ver, está mejor 'x'", "'X' si está grrr", "De los galanes es el que nada tiene que ver" "¿Es a él a quién le escribes?".

Eres una mezcla de Woody Allen, con la estatura de súper héroe, el look godín, la complexión abrazable, el color de quien se esconde del sol. Vamos, a primera vista: simple. Sin gracia.

Creo que te he delineado tan bien, que la imagen se ha modificado creando al galán que el mundo espera. No, mi referencia siempre ha sido a tu cerebro, a la distorsión de tu mente que fue lo que embruteció a la mía.

Sabes que escribiré de ti hasta agotar al muso y que eres ya un hashtag, que eres mi producto a explotar y que las mariposas te seguirán hasta que ya no tenga nada más que decir de ti.

Si, mi querido rayo de sol, mi sombrerero loco, aún hay tinta azul para ti. No por que esté enamorada de ti o porque aún te ame, solamente que te elegí como muso.

¿Sabes? Ocurre a veces, que el muso se enamora de quién le escribe. No eres inmune a eso.

martes, 23 de mayo de 2017

Estuve para ti.

Tu ser llamó al mío desde muy temprana hora; lo sentí. Te sentí.

Ya no respondo a ese grito silencioso, cuando tu esencia busca la mía.

Pensé que no ocurriría y hoy, me cansé de esperar algo que no pasará: tú.

Confieso mi error: darte más valor en todos los aspectos del que en realidad tienes. Te endiosé y me enamoré de ese dios. Eres un simple mortal con miedos disfrazados de títulos y una personalidad prefabricada para que sea imposible traspasar la barrera invisible para llegar a tu esencia.

Ya no puedo quedarme, ya pasé esa etapa hace muchos años. Aprendí a soltar mis alas, fluir y volar a donde el viento decidiera llevarme.

Y decidió llevarme siempre por el camino del amor. Amor al mundo, a la vida, al ser. A en-amor-arme de mi, para así poder en-amor-arme y darme a alguien más.

Mi alma ya no viaja hacia tu cielo, cielo.

Es probable que éste sea el último vuelo de la mariposa para ti, los últimos polvos de hadas en tus pestañas y el último 'nite nite'.

Siempre, amor en cada uno de tus pasos por esta hermosa aventura que se llama vida y luz, para que te guíe por el camino.

Aquí estuve para ti.

martes, 25 de abril de 2017

Rato libre

Eso fue en parte, lo que hizo que me enamorará de ti; perdida, irremediable e inevitablemente: tomarte el rato libre, dentro de tu caótico horario, para mi.

Tus dulzones "buenos días" a muy temprana hora o a la hora de 'siempre', tus avisos para entrar o salir de junta, aunado al mensaje a mitad de una con la letra de 'esa' canción de "Juanga", que me robaba la sonrisa de tonta.

Tus "buenas noches" aderezadas con la palabra cariñosa. Tus audios babosos que me hacían reír, aún en medio de mi neurosis.

Que me avisaras que te ocupabas y al estar libre, salías con algo que me derretía cual escarcha al sol.

Detenía mi mundo por ti, rayo de sol.

Fiel a la costumbre, el último mensaje que te envié, lo leíste al instante y sé que apareció una sonrisa melancólica.

Gracias, porque aún estando demasiado ocupado, te tomabas el tiempo hasta para pelear conmigo, regañarme, desearme un lindo día, preguntar si ya había comido, decir que me extrañabas, que me querías o simplemente, " te adoro".

viernes, 21 de abril de 2017

Ventana

Me despierta el frío de la madrugada, en alguna extraña posición que hace que el dolor de espalda y costado izquierdo se intensifiquen, ya que Morfy llegó sin que lo sintiera.

Mi amor por la naturaleza y hablar con plantas y árboles, se opaca cuando salgo del hábitat de las hadas. Mi "aventura" en el parque le dio a un bicho, un suculento banquete con mi espalda, abdomen y costado.

Si fue araña, no siento poder arácnido (como dijo él) y sigo sin trepar paredes. Si fue hormiga, sigo del mismo tamaño.


Entonces, me levanto y me dirijo a la ventana, con toda la intención de cerrarla y recordé porque duermo con ella abierta: por si Edward Cullen venía a verme.

Si, claro, Edward Cullen representa al amor.

La dejé entre abierta, con el espacio suficiente, por si llega el amor y decide entrar.

Zapatillas

Cuando buscaba en el clóset, antes de salir, los zapatos que harían juego con la bolsa, mi mirada tropezó con ese par sin estrenar que se quedó esperando por ti.

Lo sabes, corazón: que son para lucir no para caminar, no soy tan hábil en flats, menos en trece centímetros.

A pesar de mis vanos intentos, llegó la llovizna a mis ojos. 

Ahí, el buen maquillaje salió a relucir; se mantuvo intacto. Mi "producción" previa, hipócritamente, decidió conservarse para disfrazar la nostalgia.

Cerré los ojos y te recordé sonriendo, al tiempo que sentía la calidez de tus manos.

No, no existes tan hermoso y etéreo como te bordo en letras. Mi inspiración te sublima y suspira.

Fue un arrebato el que hizo que me pusiera las zapatillas. Al sentirme más alta vi las cosas desde otra perspectiva.

Pensaba que tu recuerdo sería pisoteado suavemente y que la lluvia lo limpiaría. Ocurrió pero no en su totalidad.

Lindo día, corazón. Mariposas en tu andar.


viernes, 31 de marzo de 2017

Hermosa tinta.

Por fin estás delante de mi, mi hombre de azúcar, mi fetiche encarnado, mi perversión confesa, mi fantasía materializada. 

Es imposible no derretirme lentamente con tu sonrisa, siento como se derrumban poco a poco todas las barreras impuestas para poder mostrarlo abiertamente, sin importarme lo que puedas pensar.

No hay forma posible de resistirme a tu cercanía, ni quiero hacerlo. Tu roce provoca una descarga de electricidad que me recorre la columna vertebral de forma tal que se disparan todos mis instintos animales.

Acercas lentamente tus labios a los míos y las mariposas revolotean sin control, esperan ansiosas las promesas de tus besos.  

Destilas pasión, lascivia, lujuria, deseo que aviva al mío; eres un auténtico cazador y me deleito al saber que soy tu presa.  

Sé que sabes que estoy en espera de caer lentamente en tu infierno al tener tu tinta para mi, para mi auténtico y perverso placer. Alargas el momento tanto como es posible y al caer tu camisa, abres las puertas del averno. 

¡Carajo! ¡Qué hermoso diablo! 

Delineo, como si el tiempo fuera eterno, cada una de las figuras de tu espalda, mientras mi mente empieza a delirar con los colores que resaltan en ella, para empezar la lenta agonía que ocurrirá cuando llegue a tus brazos. Cronos hace lo propio y congela las horas para que pueda deslizar las yemas de mis dedos y la lengua por cada uno de tus tatuajes.

Entonces, me pierdo, Me pierdo en ti y contigo. Dejo que hagas conmigo lo que te venga en gana, deslizándome al abismo del placer. Tus ojos, tu boca, tu cuerpo, tu sexo. Eres deliciosamente perverso. 

Besas cada parte de mi anatomía, mientras deslizas tus manos recorriéndome. Me humedeces, me mojas, me empapas. Me arrancas suspiros, expresiones que no conocía y unas cuantas carcajadas orgásmicas. Me tomas, me pruebas, me bebes. Me haces tuya, una y otra vez, en una noche eterna.

Un éxtasis total deslizarme en tu hermosa tinta, como gata en celo, que repetiría hasta el agotamiento de mis sentidos. 

Los cambios en tu mirada, los matices en tu voz, la gitana leyendo tus manos e ignorando lo que ve en ellas, solamente dejándose llevar al ritmo de tus deseos.

Me embriago con tu saliva, con tu aroma, con tus caricias, con tus palabras, con tu tinta. Con tu forma de hacer del sexo una obra de arte, hasta llegar al clímax.

Abro los ojos.

¿Fue real o lo soñé? 




#hermosatinta