¿Cuántas veces has recibido solamente eso: migajas de amor?
Eso que aceptas que es menos de lo que mereces y aceptas por no estar solo, por no soltar o no dejar una relación que no te llena ya. Por el miedo al cambio y a crecer. Y te enredas con gente conflictiva y dependiente porque te hace sentir necesario y lo confundes con amor.
¿Qué pasa cuando te dan amor sin condición ni límite? Huyes, no sabes que hacer con tanto amor que no has recibido antes de igual forma.
El amor es de valientes, consiste en amar y dejarse amar. En el deseo de crecer juntos para que el horizonte se abra como abanico ante tus ojos.
El amor lo sientes y es también una decisión.
Yo, decidí amarte y te elegí de entre varias opciones, regalándote horas infinitas y cielo despejado para volar. Entonces, no volaste; huiste. No supiste que hacer con tanto amor y no supiste valorar ni agradecer los detalles, pudo más tu orgullo y múltiples pretextos.
¡Qué triste que solamente estés dispuesto a recibir migajas de amor!
Eso pienso mientras la pareja sentada enfrente están en distintos puntos. Él, se derrite de amor por ella, le brilla la mirada y la sonrisa. Ella, difícilmente lo mira a los ojos y su tono de voz es frío.
¿Y tú? ¿Qué has recibido hasta ahora? ¿Ese amor que canta José José: me basta con un poco de tu amor, el que tengas escondido, el que nadie haya querido... con eso me quedo yo?
Enamórate... De ti.
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