Tu ser llamó al mío desde muy temprana hora; lo sentí. Te sentí.
Ya no respondo a ese grito silencioso, cuando tu esencia busca la mía.
Pensé que no ocurriría y hoy, me cansé de esperar algo que no pasará: tú.
Confieso mi error: darte más valor en todos los aspectos del que en realidad tienes. Te endiosé y me enamoré de ese dios. Eres un simple mortal con miedos disfrazados de títulos y una personalidad prefabricada para que sea imposible traspasar la barrera invisible para llegar a tu esencia.
Ya no puedo quedarme, ya pasé esa etapa hace muchos años. Aprendí a soltar mis alas, fluir y volar a donde el viento decidiera llevarme.
Y decidió llevarme siempre por el camino del amor. Amor al mundo, a la vida, al ser. A en-amor-arme de mi, para así poder en-amor-arme y darme a alguien más.
Mi alma ya no viaja hacia tu cielo, cielo.
Es probable que éste sea el último vuelo de la mariposa para ti, los últimos polvos de hadas en tus pestañas y el último 'nite nite'.
Siempre, amor en cada uno de tus pasos por esta hermosa aventura que se llama vida y luz, para que te guíe por el camino.
Aquí estuve para ti.
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