De dos años a la fecha, mi vida empezó a girar vertiginosamente, pero éste año en particular, se ha llenado de situaciones complejas pero llenas de aprendizaje.
Hay un ser, energía, para mi; Dios, que me ha tenido sentada en la palma de su mano mientras me rodea de cinco dedos representados por cinco seres (y un duendecillo) que se han encargado de hacerme el camino menos difícil y doloroso. Que no han cuestionado ni juzgado las decisiones tomadas, han apoyado incondicionalmente con abrazos, besos, palabras dichas en el momento justo, con risas, con café, prestando sus oídos y sus ojos, su hombro para llorar, pero sobre todo me han regalado dos cosas muy valiosas: amor y tiempo. No mencionaré los nombres pero si alguna referencia por la cual sabrán quienes son, aparecerán por orden alfabético.
Un duendecillo, en este caso es ella y le llamaré Cabbage Patch. Es intermitente pero me ha regalado momentos de risas infinitas y eternas, de esos que te duele el estómago y salen las lágrimas, donde lo absurdo raya en lo increíble y comparte mi estilo de peinado a "la despeiné". Presidenta honoraria del "Club de Chamoy de Bolsita" es mucho menos amarga de lo que cree y aparenta y el día que se quite el vestido de timidez y se anime a conquistar al mundo con su sonrisa conquistará también varios corazones a su paso. Tiene un sentido del humor ácido y negro y eso la hace brillante y genial. ¿Cómo no amar a esa loca azulkemonito y su inteligencia?
Mi diva. La segunda persona que con su forma cruda y realista de ver las cosas adornada con una fuerte dosis de ubicatex y sarcasmo, me ha puesto los pies en el suelo cuando quise ver convertido en príncipe azul a un plebeyo descolorido. Es una vocecita en mi oído, que debo reconocer que a veces ignoro. Tal vez ella no lo recuerde, pero tengo un recuerdo tatuado en mi ser de por vida de algo que pasó hace 18 años. Me iban a operar y ella llamó al hospital justo en el momento en que me llevaban a quirófano e hizo un comentario propio de la edad (y de ella, sobra decir) "te fijas si hay un doctor guapo". Fue la última voz que escuché antes de abandonar la habitación. Y detalles como esos, ha tenido varios. Es una pena que hay personas que no se han dado la oportunidad de conocer al maravilloso ser que es, llena de detalles humanos, mismos que extiende en su casa y con sus hijos. Tan llena de amor que disfraza de sarcasmo y que me ha hecho reír a carcajadas compartidas tomando café o preparando un desayuno riquísimo (solicito otros cupcakes) o solamente con su presencia. ¿Cómo no amar a una obsesiva compulsiva sin gluten que vive por amor al detalle?
Podría llamarle vaso de agua pero lo apropiado sería "warro", como comentario local. Ha escuchado mis necedades una y otra vez, con café, cigarro, aguacero de por medio y una infinita paciencia. Le ha dado coscorrones a mi hámster para que haga girar la rueda y aún así, sigue de vacaciones. Me ha visto como babosa de jardín y con el agua más allá del cuello y siempre tiene una palabra amable o graciosa para hacerme reír. Me ha escuchado cantar muy decidida la misma canción y no la llevo a la práctica. Es la clase de hombre que puede tener a una mujer como reina, que pena para las que lo dejan pasar. Es simpático, ocurrente, cariñoso, caballero y atento, y he tenido el privilegio de disfrutar de eso. ¿Cómo no amar a quien hace que salga la parte guarra y naca que llevo dentro y que abiertamente me dice cuando lee mis textos: le dijiste pendejo de forma muy disfrazada?
Arenita. Tan dulce y tierna, pero a la vez muy decidida. Nos ha abierto, a Alan y a mi, las puertas de su casa y de su corazón. Es como mi trinchera cuando se desata la guerra. Tiene una nobleza y un don de gente como pocas personas. Tan dulce como el café que prepara. Hemos creado aventuras insólitas y es la campeona mundial del tercer piso de manotazo. No me alcanzarían las palabras y la vida para agradecerle sus detalles. Me ha hecho reír con sus comentarios "al dente" y hacer una lista de "cosas por las que él no me quiere". Es un corazón andante, directa, honesta, divertidísima y solo hay que ver la adoración que sienten sus hijos por ella para darte cuenta del hermoso ser humano que es. Tal vez, incluso ella misma no ha reparado en lo fantástica que es y lo guapa que se ve cuando se arregla y las miradas que roba a su paso. (Me antojaste el sushi, ash) ¿Cómo no amar a alguien con esos desordenes mentales que no repara en comer sentada en la banqueta o cargar un dinosaurio en el techo del carro mientras unos minions viajan en el asiento trasero?
Hurañito. Tan práctico y radical, tan sensible y considerado, tan dulce y cariñoso. Detallista como pocos hombres. La mujer que lo atrape y se quede con él, será inmensamente feliz. Ha tratado de esquivar mis golpes de miel, tanto que ya se acostumbró a recibirlos. Ha respetado mis silencios como pocos y tenido la paciencia de santo para escuchar mis necedades sin sentido y saber que no le haré caso. Su practicidad y raciocinio hace que no juzgue y no cuestione mis actos aunque sea abogado. Me puede juzgar de enamorarme de casos perdidos condenados a cadena perpetua y querer ser salvadora de almas en la oscuridad. ¿Cómo no amar a quien me da los buenos días y crudamente me dice las cosas, además de tener siempre, desde hace años, palabras hermosas para mi?
Mi bombón asesino. Me ha visto llorar hasta agotarme, quebrarme, odiarme. Conoce secretos míos que nadie más en este planeta sabe. Conoce mis límites y mis alcances como nadie, lo imprudente e impertinente que soy y al mismo tiempo lo tierna y dulce que hay en mi. Es simplemente genial, ocurrente a más no poder, sarcástico y al mismo tiempo tiene una ternura infinita y la palabra precisa en el momento oportuno. A veces son varias, a veces con una basta. Podría decir tanto sobre él, pero ya hay varios textos donde aparece. Si, también es mi muso y uno de mis imborrables eternos. ¿Cómo no amarte si has sido luz cuando ha habido oscuridad?
Y claro, mi regalo de Dios en la tierra, sentado a mi lado: Alan. Mi motor para mantenerme en pie cuando todo se derrumba, mi guerrero de luz lleno de amor y ternura, con una comprensión no propia de sus cinco años.
A ustedes, mis ángeles disfrazados, mi agradecimiento y amor infinitos.
Que se les multiplique al millón todas las cosas hermosas que han aportado a mi vida. Buenas lunas, lindos soles, dulces sueños y hermosos despertares, pero sobre todo, bendiciones y amor en cada uno de sus paso en éste hermoso planeta azul y en la maravillosa aventura llamada: vida.
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