Si, créeme,
me encantaría ser lo que siempre soñaste.
Me encantaría
ser más alta o baja, más delgada o no, lacia, rubia, morena, trigueña,
pelirroja, con luces, mechones o rayos, cabello más largo o corto si prefieres,
tener ojos negros o verdes o azules o grises ¡Tu dime!
Me
encantaría poder estar a tu disposición a la hora que quieras, a tu horario
acomodado con el mío, sin hora de llegada o preocuparme por el celular. Me
encantaría ser amiga de tus amigos y, por supuesto, mucho más de tus amigas. Me
encantaría compartir contigo fiestas y reuniones y ¿Por que no? Brindar a tu
ritmo.
Me
encantaría "luchar" por ti cuando te sienta perdido y morirme de
celos si una lagartona -o lagartija- te mira cuando estoy contigo. Me
encantaría ser un poco sosa o zonza, débil, frágil, indefensa, que sintieras la
necesidad de protegerme y cuidarme, de temblar en tus brazos, de ser un poco
víctima y poderte decir entre sollozos que "me hicieron..., me
duele...". Me encantaría que elevaras mi ego diciéndome de vez en cuando
algún piropo (o en un cibercaso, un "me gusta" a una foto) o diría
una de mis canciones favoritas "puedo hablar de ti con mis amigos".
Me
encantaría saber que te robo suspiros, de vez en cuando el aliento y el sueño
de tanto en tanto. Que extrañas mi presencia tanto como sientes mi ausencia. Me
encantaría saberte mío, intenso, profundamente enamorado, entregado, completo.
Me encantaría que estuvieras siempre cerca, que no te separaras de mi, que te
doliera si me voy.
Me
encantaría que te enamoraras de mis letras y mi tinta azul, a fin de cuentas
son tuyas, de mi y que crearas un lenguaje para dos, aunque nadie lo entienda.
No, miento.
Lo único cierto, es lo último.
Si, negro,
jamás cambiaría mis rizos y el color peculiar de mi cabello, ni el color café
con manchas de mis ojos, ni mi piel blanca -ok, desabridona- ni mis 1.61 cms.,
mi peso oscila según el humor de mi tiroides, pero aún así, no me cambio nada. Mi
gran defecto para ti, como para muchos, corazón, es mi gran bendición. No soy
dueña de todo mi tiempo, ni dispongo de el como quisiera por que tengo el
privilegio de tener una vida en formación en mis manos, que todavía me necesita
y que al decirme "mami, te amo" me nubla el mundo con las lágrimas
que me roba.
Bombón, no
tengo mucho interés en ser parte de tu círculo, óvalo o cuadrado social si ni
siquiera haces el intento por integrarme, no soy víctima, ni me gustan los
dramas ni la gente negativa.
Ay, cielo,
mi cielo, parezco princesa, pero soy una curiosa Mafalda con tintes poéticos,
que toma café, que fuma, que sube los pies a la silla, que no se complica tanto
la vida, que se desdobla y desdibuja cuando escribe y se vuela y se enamora e
idealiza y lo plasma. Amo la música, los libros, las guitarras, la luz de las
velas, las tardes lluviosas, ser una nerd. Hay fugas en mis ojos de vez en
siempre cuando algo me conmueve, me emociona, me mueve, me enoja. Soy simple,
directa, honesta, no me hago telarañas mentales y me puedo reír como tonta por
cualquier bobada. Soy cuenta cuentos, cuenta historias, cuenta chistes y me
encantaría que contaras mis lunares, honey.
Sorry,
darling. No soy de las que pelea por el amor o atención de alguien.
Simplemente, me retiro del juego, ya que si no te intereso, no tiene caso que
siga ahí. No, don´t worry. No sufro, todo va y viene y lo mejor está por venir.
Nene, todo mi amor, mi ser, mi pasión y mi cordura son tuyas, siempre y cuando
sean correspondidas. Si no, será como hasta ahora, únicamente del viento.
Si, corazón,
el mejor piropo que me han dicho ha sido recurrente "eres
inteligente". Ya no te aturdo más, vida, mi vida, ya la conoces. Lo único
que me encantaría, es que con tu amor, amor, derritieras a la escarcha hasta
evaporarla.
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