Tu nombre ya no me quema los labios.
Hace 6 días de escucharlo a él mencionarte me hizo vibrar y derramar una lágrima.
Había tanto ruido, tanta gente y aún así sólo escuche el silencio. El mundo se detuvo y se nubló, perdí noción de tiempo-espacio y sentí la necesidad de levantarme y quitar ese mar de sensaciones. Juraba que eras parte del olvido, hasta ese momento cuando el preguntó: "¿Porqué lo amabas? ¿Qué tiene él que no tiene nadie más? ¿Qué te dio que nadie ha podido darte? ¿Porqué lo escogiste a él cuando yo te daba todo mi amor y mi mundo?".
No tengo respuestas coherentes a esas preguntas. Sólo sé que tenía 45 "te amo" multiplicados por 10 a la semana para ti, letras, suspiros y tinta azul, inspiración a deshoras y sueños detrás de mi mirada.
Te mentiría si te dijera que otros labios, otras manos, otras caricias, otros brazos me hicieron olvidarte. Fue tu desamor y falta de atención.
Desperté y al abrir los ojos supe por fin que ya no te amaba desde hacía tanto tiempo, que fue el impacto de que alguien se acordara de ti y de tantos detalles que mi memoria no precisaba o su intensa declaración de amor tardía, lo que me arrancó el llanto.
Podría decir o gritar tu nombre, escribirlo incluso, pero siendo honesta, hoy... ya ni tu recuerdo me sabe.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario